Blog

National Marriage Week

February 14th is going to be a big day. Not only is it already both Valentine’s Day and Ash Wednesday this year, but it’s also the last day of National Marriage Week. This week-long celebration began in the United Kingdom in 1996 and came to the United States in 2002 as a way to bring people and organizations together with the focus of celebrating marriage intentionally each year from February 7th to the 14th. The United States Conference of Bishops encourages us to celebrate National Marriage Week, and World Marriage Day – Sunday, February 11th – to focus on and celebrate the vocation to marriage and family life. The theme for this year’s celebration of National Marriage Week is “Love Beyond Words,” which recalls the self-sacrificing love in marriage that is rooted in the wedding promises that the couple makes in matrimony.

One of my favorite parts of the Order of Celebrating Matrimony is the Nuptial Blessing, in which the priest or deacon who receives the consent of the couple calls down God’s blessing upon them to assist them in remaining faithful to the commitment they have just made. There are different versions of the text, but the default option begins by recalling that in the very beginning God made man and woman in His own image, and that God Himself is the author of marriage. The Nuptial Blessing even refers to marriage as “the one blessing not forfeited by original sin nor washed away by the flood.” I think that’s such a powerful statement: to recognize that marriage is a blessing given to us by God that goes all the way back to the very beginning of Creation; to recognize that even after we lost the gifts of Original Holiness and Original Justice as a consequence of our Original Sin, God willed that the blessing of marriage would remain intact.

When, in the gospels, the Pharisees and Sadducees come to ask Jesus about marriage and divorce, He too refers to the fact that the blessing of marriage goes all the way back to the beginning, and He quotes from the Book of Genesis: Have you not read that from the beginning the Creator ‘made them male and female’ and said, ‘For this reason a man shall leave his father and mother and be joined to his wife, and the two shall become one flesh’? (cf. Mt. 19:4-5; Mk 10:6-8). Based on Christ’s own teaching, the Church continues to remind the world that God Himself is the author of marriage, and that God Himself made marriage good, and that we do not have the authority to redefine marriage to be something other than what God made it to be. This is true for all marriages, both sacramental marriages celebrated by Christians, and natural marriages celebrated by non-Christians: God is the author of marriage and He has made marriage what it is.

Because of this, National Marriage Week is an opportunity for Church leaders, community leaders, policy and research leaders, and married couples themselves – from all faiths and walks of life – to celebrate together the goodness of marriage and to work to strengthen and enrich marriages throughout our country and throughout the world. Take a look at nationalmarriageweekusa.org to learn more, and to find free resources and information.

The United States Conference of Catholic Bishops (USCCB) encourages us to celebrate this week to do our part as Catholics, especially, to promote healthy and holy marriages. The USCCB itself provides many resources for married couples, some of which you can find at ForYourMarriage.org / PorTuMatrimonio.org, including a week-long, at-home couples’ retreat, the Made for Love podcast, and much more.

The Diocese of Jefferson City also provides lots of great marriage resources, including information about Marriage Encounter and Retrouvaille retreats, Natural Family Planning, and marriage preparation, which you can find at diojeffcity.org/marriage-enrichment.

If you don’t already do so, this would be a great week to begin intentionally praying with and for your spouse. It doesn’t need to be anything long or complicated, but even a simple commitment to pray with each other and for each other every day can go a long way toward keeping your marriage rooted in Christ. As Catholics, we profess that in the Sacrament of Matrimony a man and woman who have become one flesh through marriage are transformed by God’s grace into living signs and instruments of Christ’s love for His Bride, the Church. And although we can see that marriage in our fallen world doesn’t always seem to live up to that calling, this is no cause for discouragement. Rather, it should inspire us to continue promoting and celebrating the great goodness of marriage according to God’s plan.

So this Sunday on World Marriage Day, and during this National Marriage Week, let’s thank God for marriage!

Semana Nacional del Matrimonio

El 14 febrero será un día muy lleno. Este año no sólo es el Día de San Valentín y el Miércoles de Ceniza, sino que también es el último día de la Semana Nacional del Matrimonio. Esta celebración comenzó en el Reino Unido en 1996 y llegó a los Estados Unidos en 2002 como una manera de reunir a personas y organizaciones con el objetivo de celebrar el matrimonio intencionalmente cada año del 7 al 14 de febrero. La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB) nos anima a celebrar la Semana Nacional del Matrimonio y el Día Mundial del Matrimonio – domingo, 11 de febrero – para centrarnos y celebrar la vocación al matrimonio y la vida familiar. El tema de la celebración de la Semana Nacional del Matrimonio de este año es “Amor más allá de las palabras,” que recuerda el amor abnegado en el matrimonio que tiene sus raíces en las promesas matrimoniales que la pareja hace en matrimonio.
Una parte que me gusta mucho en el Ritual del Matrimonio es la Bendición Nupcial, en la que el sacerdote o diácono que recibe el consentimiento de la pareja invoca la bendición de Dios sobre ellos para ayudarlos a permanecer fieles al compromiso que acaban de asumir. La oración comienza recordando que en el principio Dios hizo al hombre y a la mujer a su imagen, y que Dios mismo es el autor del matrimonio. La Bendición Nupcial incluso se refiere al matrimonio como “la única bendición que no fue abolida ni por la pena del pecado original, ni por el castigo del diluvio.” Es una declaración muy poderosa: reconocer que el matrimonio es una bendición que Dios nos ha dado y que se remonta al principio mismo de la Creación; reconocer que incluso después de que perdimos los dones de la Santidad Original y la Justicia Original como consecuencia de nuestro Pecado Original, Dios quiso que la bendición del matrimonio permaneciera intacta.

Cuando los fariseos y los saduceos vienen a preguntar a Jesús sobre el matrimonio y el divorcio, Él también se refiere al hecho de que la bendición del matrimonio se remonta al principio, y cita del Libro del Génesis: ¿No han leído que el Creador, desde un principio ‘los hizo hombre y mujer,’ y dijo: ‘Por eso el hombre dejará a su padre y a su madre, para unirse a su mujer, y serán los dos una sola cosa’? De modo que ya no son dos, sino una sola cosa. (cf. Mt 19,4-5; Mc 10,6-8). Basándose en las propias enseñanzas de Cristo, la Iglesia continúa recordando al mundo que Dios mismo es el autor del matrimonio, y que Dios mismo hizo que el matrimonio fuera bueno, y que no tenemos la autoridad para redefinir el matrimonio para que sea algo diferente de lo que Dios hizo que fuera. Esto vale para todos los matrimonios, tanto los matrimonios sacramentales celebrados por cristianos como los matrimonios naturales celebrados por no cristianos: Dios es el autor del matrimonio y Él ha hecho del matrimonio lo que es.

Por esta razón, la Semana Nacional del Matrimonio es una oportunidad para que los líderes de la Iglesia, los líderes comunitarios, los líderes políticos y de investigación, y las propias parejas casadas – de todas las religiones – celebren juntos la bondad del matrimonio y trabajen para fortalecer y enriquecer los matrimonios en nuestro país y en todo el mundo. Se puede visitar a nationalmarriageweekusa.org para obtener más información y encontrar recursos e información gratuitos. La USCCB nos anima a celebrar esta semana para hacer nuestra parte como católicos, especialmente, para promover matrimonios santos y sanos. La propia USCCB ofrece muchos recursos para parejas, algunos de los cuales se puede encontrar en ForYourMarriage.org / PorTuMatrimonio.org, incluido un retiro de una semana para matrimonios y mucho más.

La Diócesis de Jefferson City también proporciona muchos recursos matrimoniales excelentes, incluida información sobre retiros para parejas, planificación familiar natural y preparación matrimonial, que se puede encontrar en diojeffcity.org/marriage-enrichment o diojeffcity.org/ministerio-hispano. Nuestra parroquia de San Vicente de Paúl también ofrece reuniones de parejas para que todas las parejas fortalezcan y renueven sus relaciones de pareja.

Si aún no lo han hecho, esta sería una gran semana para comenzar a orar intencionalmente con y por su cónyuge. Un compromiso de orar juntos todos los días puede ser de gran ayuda para mantener su matrimonio arraigado en Cristo. Como católicos, profesamos que en el Sacramento del Matrimonio un hombre y una mujer que se han convertido en una sola carne a través del matrimonio son transformados por la gracia de Dios en signos e instrumentos vivos del amor de Cristo por Su Esposa, la Iglesia. Y aunque podemos ver que el matrimonio en nuestro mundo caído no siempre parece estar a la altura de ese llamado, esto no es motivo de desánimo. Más bien, debería inspirarnos a seguir promoviendo y celebrando la gran bondad del matrimonio según el plan de Dios.

Entonces, este domingo en el Día Mundial del Matrimonio, y durante esta Semana Nacional del Matrimonio, ¡demos gracias a Dios por el matrimonio!